5 pasos a seguir para crear una trama

Escribir historias y crear una trama es lo mejor que existe. Te encanta crear mundos nuevos y desarrollar tu creatividad, porque escaparse a esos mundos muchas veces es mejor que quedarse en el real. 

También estamos de acuerdo en que las tramas complejas  resultan gratificantes tanto de leer como de escribir. Aunque no es nada fácil.

En este artículo queremos contarte qué pasos debes seguir sí o sí a la hora de crear una trama para que puedas escribir unas historias de diez. ¡Así que manos a la obra!

 

como crear una buena trama

1. Ten clara la estructura de la trama

Toda historia debe tener tres partes: Introducción, nudo y desenlace. Será a través de estos segmentos en los que cuentes la historia de tu personaje. ¡Hay que cuidarlos muy bien!

· Introducción: Se presenta la situación. ¿Cómo está el personaje antes de que ocurra lo que le va a cambiar la vida?

· Nudo: El nudo de una historia es quizá la parte más importante. Es aquí donde escribirás qué le cambia la vida y la evolución de tu personaje y de la historia en sí.

· Desenlace: La vida de tu personaje ha cambiado y todo vuelve a un estado tranquilo.

Lo ideal en una buena trama es que cada capítulo siga este desarrollo, así que imagínate lo importante que es atenerse a estos segmentos. 

Para cambiar de un estado a otro tenemos dos elementos que serán nuestros mejores amigos a la hora de crear una trama: el detonador y el clímax. 

· El elemento detonador será aquel que haga explotar la realidad actual de tu personaje y le cambie la vida. Lo mejor es que ocurra hacia el final de la introducción. De esa manera sirve para enlazar introducción y nudo.

· El clímax es el momento en el que tu personaje consigue aceptar el nuevo cambio en su vida o soluciona lo que le haya ocurrido. Lo ideal es situarlo hacia la mitad del nudo, para que así sirva de enlace con el desenlace.

2. Crea una temática central

Puede parecer lógico, pero muchas veces empezamos a escribir sin tener claro qué va a ocurrir. Por ejemplo, sabemos que queremos crear una historia ambientada en la época medieval pero no tenemos ni idea de qué es lo que va a pasar.

Para evitar esto es muy importante tener una idea más o menos clara sobre la temática central y el conflicto que va a enfrentar nuestro personaje. Es decir, ¿en qué momento histórico se sitúa la historia? ¿Qué le puede ocurrir a mi personaje dependiendo de ese momento histórico?

El momento histórico te lo puedes inventar tú, sobre todo si es una historia de fantasía. Por ejemplo, tomemos como referencia Juego de Tronos, una serie literaria y de televisión que todos conocemos.

En Juego de Tronos, el momento histórico se sitúa en un momento de la vida del país en el que llevan varios años de verano, después de unos cuantos años de reinado de los Baratheon y los Lannister.

De esa premisa podemos sacar muchas ideas. Ahora bien, si sumamos el conflicto, nos encontramos con el conflicto en Juego de Tronos aparece después de la muerte de la Mano del Rey. Esa muerte marca todas las historias del resto de personajes. Va a ser a partir de ese momento en el que la serie se sacude y obliga a todos los personajes a cambiar sus caminos e historias.

La temática central es muy importante y debe tener mucho peso. Al final, es lo que marca el inicio de una historia. Todos los personajes deben estar al tanto de ella y reaccionar de una u otra manera. El lector debe conocer la temática central desde las diferentes perspectivas de los personajes y detalles de la historia

 

Las historias importan

 

3. Crea subtramas interesantes

Tenemos claro que crear una trama con una temática central es muy importante, ¿pero qué sería de una trama sin sus subtramas?

Siguiendo el hilo de lo que hemos escrito antes, las subtramas son los detalles de la historia que ayudan al lector a hacerse una idea mucho más profunda y compleja de la temática central. Así pues, las subtramas son tan importantes como la trama central. 

En las subtramas es importante no perder el foco. Recordemos que todas deben tratar la temática central desde diferentes puntos de vista. Es muy importante, pues, que en todas las subtramas se adivine la temática central y se avance para que el lector se haga esa idea compleja que buscamos para que la historia le importe tanto como a nuestros personajes.

4. Piensa bien la cronología de la trama

Llegados a este punto lo cierto es que tenemos muchas cosas planeadas, ¡pero hay que seguir planeando!

¿Cómo quieres presentar tu historia?

Para crear una trama debes preguntarte esta cuestión, pues la cronología de una historia puede suponer una gran diferencia. 

Si tienes claro lo que va a ocurrir, puedes convertir la estructura lineal de una historia en algo mucho más complejo lleno de flashbacks y flashforwards y hacerla mucho más interesante. Esta es una buena manera de tener enganchado al lector desde el principio, preguntándose qué pasó exactamente para que la situación está como se le plantea en cada momento. 

Los flashbacks son movimientos hacia detrás. Se pueden utilizar para narrar los recuerdos de los personajes, de manera que nos explica la situación actual en base al pasado. 

Los flashforwards son movimientos hacia delante. Estos saltos en la narración se pueden utilizar para anticipar qué va a ocurrir y puede ser todo lo fantiososo que quieras, porque luego no tiene por qué suceder así. 

Un ejemplo muy claro de flashforwards se da en las películas de Destino Final. En ellas, los personajes imaginan lo que puede ocurrir si se llegan a montar en una montaña rusa. Pero luego no siempre pasa como ellos han pensado. 

Jugar con los tiempos a la hora de crear una trama siempre es buena idea. No sólo la haces más compleja al no seguir una estructura lineal, sino que además te puede ayudar a mantener el misterio del clímax y el desenlace hasta el final.

 

CronologĂ­a

 

5. Construye bien tus personajes

A la hora de crear una trama los personajes que utilices son lo más importante. Piensa que sin personajes no hay historia. Tu personaje puede ser una piedra si quieres, pero debe existir al menos uno. 

No tiene por qué haber muchos personajes, pero cuantos más haya más oportunidades tienes de presentar la temática central de la trama desde distintos puntos de vista. Los personajes secundarios van muy de la mano de las subtramas.

Es importante que todos los personajes miren hacia el mismo objetivo y se preocupen por lo mismo. La temática central les tiene que afectar de una forma u otra, porque si no lo hace, entonces son personajes de relleno que no aportan absolutamente nada a la historia. 

Todo personaje que crees con sentido puede ayudarte muchísimo a profundizar en la temática central y la psique de tu personaje. 

Para crear buenos personajes secundarios piensa en las siguientes preguntas y dales respuesta: ¿Qué relación tienen con tu personaje principal? ¿Cómo les afecta a ellos el conflicto que afronta tu personaje principal? ¿En qué le pueden ayudar?

 


 

Como has visto, antes de sentarse a escribir una trama es muy importante tener una idea más o menos definida de lo que quieres hacer. Sin embargo, no olvides que una historia puede evolucionar con el tiempo

Ten claro el motivo por el que escribes y lo que va a ocurrir, pero no te cierres a ello y déjate llevar por tu propia historia. Así, quizá descubres nuevos personajes y maneras en las que el conflicto puede afectar a tu personaje o en las que este consiga resolverlo.

Ahora que en la web tenemos activo el concurso de estatus, ¡asegúrate de tener todas estas cosas en cuenta a la hora de participar!

 

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