Cornelius Fudge
Ministro de Magia

¡Bienvenido, señor McGraw! Le agradezco su tiempo y quiero decirle que nos entusiasma tenerlo aquí.

Saludos, Marjo, si me permites tutearte. Por favor, hazlo tú también, todavía no soy señor. O eso creo.

No hay problemas, Ronan. Estamos ansiosos por saber algo sobre esta persona a la que la gran mayoría de nosotros no ha conocido, ¿qué nos puedes contar sobre él?

Es normal que muchos no lo hayamos conocido, porque Cornelius Fudge fue Ministro de Magia desde 1990 hasta 1996, por lo que ni tú ni yo lo hemos conocido. A día de hoy todavía hay magos y brujas que estuvieron bajo su gobierno, pero afortunadamente este cambió, y no tardó mucho, aunque antes tendría que haber sido.

Vaya, Ronan, por lo que escucho no eres un gran simpatizante de este hombre. ¿Qué fue lo que hizo?

Más bien, Marjo, ¿qué fue lo que no hizo? Porque no hizo muchas cosas, como alertar al Mundo Mágico cuando debía sobre la amenaza que suponía Voldemort. Pero no, él se dedicó a dejarse llevar por sus inseguridades y teorías conspiranoicas y puso en peligro a toda la comunidad mágica.

¿Para tanto fue lo que hizo durante su gobierno este Ministro de Magia?

No tomó las mejores decisiones, por no decir que llevó a cabo las peores que podía haber hecho como Ministro.

Si me permites el atrevimiento, Ronan, esta conversación me está sorprendiendo mucho. No es la primera vez que hablo que un historiador, y todos, hasta ahora, se han limitado a contar lo que sucedió sin valoraciones perosnales. No creí que fuera a ser así hablando del Ministro Fudge.

No soy como cualquier historiador, Marjo, para mí la historia es mucho más que aprender una cantidad ilimitada de datos sobre lo que sucedió en el pasado. Es, más que nada, saber cómo no debe ser nuestro futuro. Quien no conoce su historia está condenado a repetirla, y quien no tiene un pensamiento crítico con cualquier personaje histórico, es un cómplice.

Un punto de vista muy interesante, desde luego.

Comencé a estudiar historia porque, no te voy a mentir, me encanta el chisme, y siempre me ha apasionado los miles y miles de años de sucesos que han quedado grabados en nuestros registros, desde unos fósiles hasta los pergaminos. Y personas como Cornelius Fudge, aunque no me gusten como tal, me parecen fascinantes para estudiar. No he aceptado esta entrevista por nada, como puedes ver.

Entonces, ¿qué más nos puedes contar sobre el antiguo Ministro?

Cornelius Fudge, antes de tener ese cargo, empezó en el Departamento de Accidentes y Catástrofes Mágicas, y después acabó siendo la sustitución de Millicent Bagnold en el puesto más alto del Ministerio. En un principio, el favorito era Albus Dumbledore, pero este lo rechazó. La segunda opción era Bartemius Crouch Sr, pero, no se sabe aún por qué, Fudge acabó en el puesto.

¿Hay teorías al respecto?

Oh, desde luego que las hay. Ninguna satisfactoria, he de decir. Nos quedaremos con la duda de si alguna llegó a ser cierta.

Y hablando de su carrera como Ministro, ¿cómo le fue al comienzo de empezar a serlo? Las malas lenguas dicen varias cosas.

Probablemente todas ciertas, Marjo. Era, como dije antes, muy inseguro, y mandaba lechuzas a Albus Dumbledore para que le ayudase. No dio la mejor de las impresiones, porque en ciertos medios de comunicación se decía que quería apoderarse de Gringotts haciendo tartas con los duendes.

Haciendo… disculpa, ¿qué?

Como lo oyes. Hay registros de ello.

¿Estás hablando en serio, Ronan?

El triturador de duendes, le llamaban.

Pero, ¿todo eso era verdad?

Lo dudo mucho. Sin embargo, con todo lo que he llegado a ver que se ha hecho en la historia, las probabilidades nunca son cero.

Merlín… De lo que se entera una.

Cornelius Fudge, un auténtico misterio en muchos sentidos.

Respecto a la época de la guerra que le tocó vivir, ¿cómo fue todo?

No hizo apenas nada, porque durante la primera no estuvo en dicho puesto, y para la segunda se esforzó en negar su existencia desde el principio. Ya luego se fue del puesto, porque no le quedó otra.

Vamos, que no aportó mucho a la causa contra el bando oscuro.

Lo único que hacía era poner piedras en el camino. Centró gran parte de su tiempo en desacreditar a Harry Potter y a Albus Dumbledore aunque de ambos siempre buscó su aprobación, y se negó a creerles. Fue un completo necio.

¡Pero Ronan!

Las cosas como son, Marjo, no maquillemos la realidad. ¿A quién se le ocurre querer condenar a un chaval por un encantamiento Patronus? ¿Para qué va a querer hacerlo si no es para defenderse de unos dementores?

No lo sé, Ronan, tú eres el experto.

No tiene sentido, Marjo. Nada de lo que hacía Cornelius Fudge como Ministro de Magia lo tenía. Si después de que atraparan a Barty Crouch Jr., el paranoico pensó que su seguridad estaba en peligro y se llevó un dementor con él. Y, ¿sabes qué pasó, Marjo?

¿El qué, Ronan?

¡Le dio el Beso a Barty, el único testigo que tenían!

No puede ser.

Como te lo cuento. Si es que no se podía ser más inu-

Bueno, Ronan, creo que por hoy es suficiente. Ha sido un placer tenerte por aquí para darnos a conocer a esta importante figura histórica.

Importante figura mis-

¡Gracias por su tiempo, lectores!