Muchos profesores en Hogwarts se ganaron nuestro corazón mientras leíamos los libros o veíamos sus películas, algunos más que otros. El profesor Filius Flitwick, el primer jefe de la casa de Ravenclaw que hemos conocido, no fue de esos que sobresalían, pero sí una persona que, de una forma u otra, consiguió que le tuviéramos un gran cariño. Aunque no tanto como los estudiantes de Ravenclaw, como Luna Lovegood, que decía que valía la pena fingir que se encontraba mal porque hacía bailar pastelitos para alegrarles. Alguien que demostraba pasión por su trabajo.
Conociendo a Filius Flitwick
Lo que más resalta de él, y que mucha gente señaló sin pruebas pero tampoco sin dudas, es que el profesor Flitwick es un mago con ascendencia de duende, posiblemente uno de sus progenitores. Alguien muy inteligente, con
el que el Sombrero Seleccionador dudó sobre la casa en la que ponerle, porque era tan valiente como inteligente. No obstante, su sabiduría, su habilidad y amor por el aprendizaje consiguió que acabara como un águila. Fue un estudiante modelo, y tenía un futuro prometedor, pero le gustaba tanto educar a las nuevas generaciones y compartir su conocimiento que se convirtió en profesor de encantamientos y jefe de la casa que lo acogió, y muy pronto.
El valor de Filius Flitwick
Que fuera Ravenclaw no quita que no fuese un mago muy valeroso. Durante las dos guerras mágicas, el profesor Flitwick no dudó un instante en posicionarse públicamente en contra de Lord Voldemort. En el año 1995, también lo hizo contra Dolores Umbridge, que se había convertido en la suma inquisidora, e incluso ayudó, de forma indirecta, a su sabotaje. En 1997, luchó en la batalla de la torre de astronomía protegiendo lo que más quería, incluyendo a sus estudiantes de los hermanos Carrow durante el siguiente curso escolar. Fue un hueso tan duro de roer, que no consiguieron derrotarlo. Siempre fue fiel a Hogwarts, a sus estudiantes, a la paz y al buen uso del conocimiento y las habilidades. Tal y como la etimología de su nombre lo indica, el profesor Flitwick es la prueba fehaciente de que pertenecer a una casa en Hogwarts no limita tus características de otras.
Habilidades de Filius Flitwick
Aunque sus habilidades mágicas eran dignas de admirar, las sociales también merecen reconocimiento. La que tenía para hacer que la gente confiara en él, de igual forma. Aunque muchos llegaron a juzgarlo por su estatura y su estatus de medio-duende, entre ellos la que fue Suma Inquisidora de Hogwarts, el profesor Flitwick nunca permitió que su ánimo fuera destruido y se mantuvo fuerte en todo momento. Incluso cuando tuvo que tratar con las bromas de los gemelos Weasley durante la época en la que estuvo Dolores Umbridge, demostró que no le importaban más las normas que la justicia, haciendo la vista gorda en algunas situaciones que podría haber evitado si hubiera querido. Filius Flitwick seguía sus ideales por encima de cualquier figura de autoridad, por lo que ganarse su fidelidad, tal y como hizo Dumbledore, lo era todo.
Era muy cariñoso, especialmente con los miembros de su casa, apoyándoles y cuidándoles cuando no se encontraban bien o cuando necesitaban alguna cosa. Sin embargo, no fueron los únicos, pues Filius Flitwick jamás tuvo miedo de expresarse tal y como era, cercano con los estudiantes, siendo uno de los primeros que fue directamente a abrazar a Harry tras la batalla con Voldemort. De hecho, la relación que tenía con él era bastante tierna, pues se emocionó tanto cuando leyó por primera vez el nombre de Harry en el registro de la asignatura que se cayó de su pila de libros tras emitir un chillido. No solo eso, sino que les permitía jugar algunos juegos en ocasiones.
No tenía ningún reparo en elogiar a un alumno cuando lo merecía, y tampoco en hacerle críticas constructivas cuando lo necesitaban. Fue siempre un profesor ejemplar.
Magia y destreza en Filius Flitwick
Cualquiera diría que un profesor es aburrido, pero él era todo lo contrario. Filius Flitwick fue campeón de duelo, y lo puede probar con el estante repleto de trofeos que guarda con orgullo por todo el esfuerzo que le llevó durante años. Porque no era solo habilidad, no. Estudió mucho, y eso le convirtió en un gran mago en todos los sentidos. Posiblemente fuera el motivo por el que consiguiera salir triunfante de las batallas en las que participó, porque vivió dos guerras y la voluntad del profesor Flitwick no
decayó.
También era tan habilidoso en la magia en general, que incluso llegó a supervisar el TIMO de Defensa Contra las Artes Oscuras aunque no fuera su asignatura. ¿Quién lo diría, si generalmente los profesores se centran en las propias? Pero Filius Flitwick no era uno cualquiera, y no solo por su habilidad con la magia.
La magia no verbal era uno de sus puntos fuertes, y no con cualquier hechizo, sino con los más complicados, lo que nos demuestra lo poderoso que era. No solo eso, pues se demostró que el profesor Flitwick podía utilizar la magia sin varita para conjurar las llamas azules.
La música también era algo que le apasionaba y se le daba muy bien. Fue el director del coro en Hogwarts y dirigió una orquesta mientras se celebraba el baile de Navidad por el Torneo de los Tres Magos, consiguiendo que fuera un éxito.
En definitiva, Filius Flitwick fue, es y será siempre un gran ejemplo a seguir para cualquier persona que quiera dedicarse a la educación.
