El 'gato' Crookshanks

Cuando se trata de compañeros mágicos en el universo de Harry Potter, hay uno que se destaca por su astucia y misterio: el medio gato Crookshanks. Este personaje peludo no solo acompañó a Hermione Granger si no que fue clave en los eventos que se sucedieron en el tercer año de Harry Potter, cuando adivinó la verdad detrás de las máscaras. Pero hay muchas cosas que no sabemos sobre esta criatura,

¿Por qué le hemos llamado medio gato Crookshanks?

A pesar de tener la apariencia de un gran, y poco agraciado, gato, Fanart de Crookshanks, por A. ColleenCrookshanks tenía la sangre de un kneazle corriendo por sus venas, lo que le confería alguna de las habilididades de estos animales, en su caso una inteligencia extraordinaria. Los kneazles son criaturas mágicas con rasgos felinos y características especiales, y la herencia de este le otorgó habilidades y una comprensión mágica que lo destacaron entre los demás. Sin embargo en más ocasiones que no simplemente se le trata como si fuera un felino doméstico ordinario, que es así como lo adquirió su propietaria.

La historia del gato Crookshanks

La verdad es que, como en la inmensa mayoría otros casos con las criaturas que aparecen a lo largo de los libros y películas (con la excepción de Norberto), no hay mucho que sepamos sobre qué sucedió con la criatura antes de su llegada y primera aparición en el el tercer libro de la saga salvo que de alguna manera u otra en la tienda de animales mágicos del Callejón Diagon bastante antes del verano de 1993.

Hermione y su gato, Crookshanks

Cuando Hermione estaba buscando como compañero de vida a un gato, Fanart de CrookshanksCrookshanks apareció en su vida. Parecía haber estado esperando para ella, porque la dependienta de la tienda le aseguró que llevaba mucho tiempo allí porque nadie lo quería. Esto quizá se debía a su apariencia: ojos amarillos, cola encrespada, tamaño más grande del habitual, piernas arqueadas, cabeza aplastada y color jengibre. Todas esas cosas habían hecho de esta criatura una poco deseable a ojos de diferentes magos, por lo que el pobre gato Crookshanks estuvo solo durante años en aquel lugar, pero para la bruja ninguna de esas características fue un impedimento para encontrar en él a su mascota. Lo suyo podríamos decir que fue casi amor a primera vista y la Gryffindor acabó llevándoselo con ella.

La ayuda del gato Crookshanks

La elección de la joven probó ser un golpe de suerte cuando Sirius Black se escapó de la prisión de Azkaban. Como mencionábamos arriba, ya fuera como kneazle o como gato, Crookshanks era una criatura con una inteligencia excepcional y supo ver a través de la mascota de lo que durante años creyeron que era una simple rata cuando en realidad era el verdadero culpable de la muerte de los padres de Harry Potter: Peter Pettigrew. Tampoco tuvo problema en entender que el presidiario fugado no era realmente malo, estando dispuesto a defenderlo cuando quisieron atacarle al descubrirlo.

Después de su participación tan activa en ese episodio del trío dorado, Harry y Ron se acabaron por acostumbrarse a su presencia, por mucho que el pelirrojo al inicio le odiase por creer que sus intenciones eran comerse a Scabbers, y el medio kneazle medio gato, Crookshanks, se hizo a la de ambos. Lo último que supimos de él fue que acabó viviendo en la Madriguera con Hermione cuando la II Guerra Mundial estaba en pleno apogeo.

Fanart de Crookshanks